Este encantador corredor, que mezcla un aire de barrio con vibra bohemia, es hoy uno de los polos gastronómicos más tentadores de Zona Norte de Buenos Aires

Con adoquines, vegetación exuberante y locales que parecen salidos de una postal, Mendoza te invita a caminar sin apuro. ¿Y lo mejor? Cada pocos metros hay una opción para detenerse a comer, picar algo o simplemente tomar una copa.

 

En apenas unas cuadras, conviven más de veinte espacios entre bares, patios cerveceros, cafeterías de especialidad y restaurantes con cocinas del mundo. La estética es parte del atractivo: fachadas con madera reciclada, murales coloridos, pérgolas llenas de luces cálidas y mesas al aire libre bajo sauces y jacarandás.

¿Qué se puede comer?


Hay opciones para todos los gustos: desde platos caseros con impronta regional hasta cocina de autor con inspiración internacional. Podés arrancar con una tabla de quesos y panes artesanales, seguir con una parrilla tradicional, probar tapas con sabores exóticos o dejarte tentar por una pizza de masa madre al horno de leña. También abundan los platos vegetarianos y sin TACC, cada vez más presentes en las cartas.

Para el final, los postres caseros se llevan todos los aplausos: budines húmedos, cookies recién horneadas, helados artesanales, y cafés de especialidad con granos seleccionados.

Lo que vas a encontrar:


🍳 Desayunos y brunchs: Cafés de especialidad, panes artesanales, budines caseros, frutas frescas, huevos revueltos con hierbas y limonadas naturales. Ideal para arrancar el día o hacer una pausa sin apuro.
🥗 Opciones saludables: Bowls coloridos, wraps, ensaladas con flores y semillas, y jugos prensados. Perfecto para quienes buscan equilibrio sin resignar sabor.
🔥 Platos calientes: Carnes a la parrilla, guisos de cocción lenta, milanesas gigantes, pastas caseras y pizzas de masa madre. Platos generosos, con carácter.
🍷 Para la noche: Luces cálidas, música en vivo, platos para compartir, tapas, cócteles con infusiones y vinos por copa. Ideal para una salida distinta.
🍰 Dulces y postres: Tarta de manzana tibia, mousse de chocolate, cookies, helados artesanales y espressos servidos con detalles que suman.


La movida arranca temprano, desde el desayuno, y se estira hasta la medianoche los fines de semana. Hay música en vivo los viernes, ferias de diseño los domingos, y un ambiente familiar pero también con opciones para parejas o grupos de amigos que buscan algo distinto.

Lo que comenzó como una movida under hoy es una escena consolidada. En Mendoza, cada espacio cuenta una historia, y la comida es solo el principio.