Dicen que las decisiones difíciles de la vida son elegir carrera, firmar una hipoteca o tener hijos. Mentira. La verdadera prueba es cuando alguien dice: “¿vemos algo?” y hay que decidir entre serie o peli.
Y aunque parezca una discusión inofensiva, los datos muestran que no estamos solos. Según un informe de Parrot Analytics, el 67% de los espectadores globales prefiere las series a las películas en plataformas de streaming. ¿La razón? La posibilidad de engancharse y extender la experiencia en el tiempo. Básicamente, es como tener una relación estable con Netflix.
Pero ojo: las películas no se quedan atrás. En 2024, el 43% de los usuarios de servicios como HBO Max y Prime Video dijeron que elegían películas cuando tenían menos de 2 horas libres. O sea, cuando ya es tarde y no querés quedar atrapado en “solo un capítulo más” hasta las 3 de la mañana.
Cuando vivís solo...
Las series se convierten en compañía. Están los que ven una tras otra como si fueran visitas programadas. Te encariñás con los personajes, sabés que están ahí cada noche, y cuando se acaba la temporada… sentís un leve abandono. Es que la serie, para quien vive solo, llena un espacio más allá del entretenimiento.

Pero no siempre hay energía para comprometerse con 6 temporadas y un final que quizás no cierre. Por eso, muchos solteros/as eligen películas cuando quieren algo breve, contenido, sin riesgo emocional prolongado. Ver una peli en soledad también es un gesto de autocuidado: comés tranquilo, disfrutás, y te vas a dormir sin el “uno más y me voy”.
Cuando vivís en pareja...
Ahí entra el juego diplomático. Porque puede que a vos te guste el drama nórdico subtitulado y tu pareja quiera ver una comedia liviana de 90 minutos. Las series implican compromiso: seguir viéndolas juntos, no adelantarse, respetar el “capítulo por noche”. No es ficción: es un contrato no verbal que, si se rompe, genera más tensión que un final abierto.

Por eso, muchas parejas terminan optando por películas: comienzan y terminan en una misma noche, no generan deuda emocional, y se puede apagar el televisor sin sentir que quedó algo pendiente (salvo lavar los platos, pero ese es otro drama).
¿Y qué dicen los datos?
Según Nielsen, más del 80% del tiempo en streaming se dedica a series.
Sin embargo, YouGov encontró que las películas son la opción más elegida cuando el tiempo libre es escaso o compartido, especialmente en hogares donde hay que acordar entre dos o más personas.
También influye el humor: solos, elegimos series para pasar el rato o sentir compañía; en pareja, elegimos películas para evitar peleas o porque simplemente queremos ver algo que no dure más que el postre.
La verdad es que no hay una respuesta correcta. Hay días para películas intensas con pochoclos y otros para una serie ligera mientras doblás la ropa. Y si no te decidís… ¡mirá los tráilers hasta que te quedes dormido!